En el mapa de Dios, el fuego no es un atraso, es una ruta hecha para sacar tu gran valor. Cuando tú piensas que estás perdido, confundido o siendo probado, Dios dice: “Yo conozco tu camino.” Él ve lo que tú no ves. Él entiende lo que tú no entiendes. Él sabe a dónde te lleva, aunque tú solo veas fuego, presión o silencio. La prueba no te está destruyendo; te está refinando. Todo lo que estás viviendo está purificando tu carácter, tu fe y tu enfoque. Cuando salgas de este capítulo, saldrás como oro, con brillo nuevo, fuerza nueva y dirección clara. En el mapa de Dios, el refinamiento es progreso, no atraso. Pregúntate: ¿Qué parte de mi proceso necesito confiarle más a Dios para que me refine y no me rompa? Declara: “Dios conoce mi camino. Este fuego no me quema; me forma. Saldré como oro.” #PraisePrayMove #JÁRTIS

Cuando las batallas parecen imposibles y las fuerzas humanas no alcanzan, Dios nos recuerda que Su Espíritu es suficiente para abrir caminos donde no los hay. No dependas de lo que ves, ni de lo que puedes hacer con tus manos; depende del poder que viene del cielo. Cuando Dios habla, los muros caen, los mares se abren y los imposibles se hacen

El rompimiento fue por obediencia. Los 300 rompieron sus cántaros porque Dios lo dijo. Y cuando siguieron la instrucción, la luz salió y la victoria llegó. Dios también te pide que rompas cosas que te están apagando, miedo, orgullo, dudas, inseguridades, silencio, control. Mientras el cántaro siga entero, la luz no se ve. Pero cuando obedeces y rompes lo que Dios te dijo, algo sobrenatural pasa, se activa Su luz y el enemigo pierde control sobre ti. Cuando el Espíritu Santo te guía paso a paso, tu rompimiento no es improvisado, es estratégico. No te destruye, te enciende. Pregúntate: ¿Qué cántaro me está pidiendo Dios que rompa hoy? Declara: “Obedezco la instrucción de Dios. Rompo el cántaro, dejo salir Su luz y camino en victoria.” #PraisePrayMove #RompimientoMove #Obediencia

Les comparto este álbum, me gustó muchoooo!❤️‍🔥

Éxodo 30:21 Dios pidió a los sacerdotes lavarse manos y pies antes de entrar a Su presencia, mostrando que debemos acercarnos a Él con pureza, respeto y obediencia.