En el mapa de Dios, la debilidad no es un error. Donde acaban tus fuerzas, Cristo empieza. El hecho de ser débiles nos hace depender de Dios y vivir su poder. Tus cansancios, tus límites, tus lágrimas…No son señales de fracaso, son señales de ubicación. Ellas revelan en qué parte del mapa estás para que Dios entre con poder. En el mapa de Dios, tus debilidades son puertas, son lugares donde Su gracia hace lo que tú jamás podrías hacer solo. Mientras más entregas tus áreas débiles, más fuerte saldrás. La fuerza verdadera no viene de ti; viene de quién camina contigo. Pregúntate: ¿Qué área débil necesito entregarle hoy a Dios para que Su poder se perfeccione en mí? Declara: “Cuando soy débil, Cristo es mi fuerza. Donde yo no llego, Él entra con poder. No camino en mis fuerzas, camino en Su gracia.” #PraisePrayMove #JÁRTIS