¡Muy buenas! Estamos casi a finales de noviembre y aunque todavía quedan más de 40 días de año… yo ya estoy pensando en 2026. Para mí, 2026 va a ser un año de cosecha. De crecimiento en todas las áreas. De cambio de realidad. ¿Cómo lo sé? Porque llevo todo 2023, 2024 y 2025 sembrando y cambiando cosas de mí. Ya no siento la ansiedad de “¿y si no llega?”. Siento la tranquilidad de saber que el cambio está cerca… y lo más importante: que estoy preparado para que suceda. Ahora te toca a ti: 👉 ¿Qué esperas de 2026? En otras palabras: ¿qué te gustaría experimentar de aquí a unos años? Puede que no ocurra exactamente como lo imaginas (no sé cuánto tiempo llevas sembrando), pero solo hay una pregunta que importa de verdad: “¿Qué estás dispuesto a hacer para que eso que quieres experimentar suceda?” Porque seamos honestos: seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes… ya lo dijo Einstein: “Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes.” Yo tengo muy claro lo que va a suceder en mi 2026. Vas a ser testigo. Voy a compartir todo el proceso para que veas que tú también puedes conseguirlo si entregas a cambio tu antigua vida. 💬 Pregunta incómoda para cerrar: ¿Estás dispuesto a entregar tu “vida de siempre” a cambio de tu realidad soñada? Respóndelo en serio. Y si te apetece, compártelo en comentarios. Feliz viernes. Un abrazo.

Aunque duela un poco admitir ciertas cosas, voy a ser sincera conmigo misma. Si el dinero fuese una persona de mi círculo cercano, sería esa amiga con el que quiero tener una relación sana, estable y constante… pero con la que, por alguna razón, siempre termino en altibajos. A veces la trato con respeto, la valoro, le doy su lugar y me esfuerzo por construir una relación madura. Pero otras veces la ignoro, la dejo ir sin pensarlo demasiado o incluso la uso para tapar vacíos momentáneos. Es como si tuviera una mezcla rara de cariño, miedo y desconfianza. Cuando está presente, me siento seguro, capaz, tranquilo. Pero cuando falta, me cuesta reconocer que muchas de las decisiones que tomo son desde la ansiedad o la escasez, no desde la claridad. También tengo que admitir que, en ocasiones, le pongo expectativas poco realistas. Espero que resuelva problemas que en realidad requieren disciplina, hábitos o límites personales. Y luego me pregunto por qué no funcionó. Pero estoy aquí sintiéndome incómoda porque quiero cambiar mi perspectiva hacia él. Si no reconozco lo que realmente está ocurriendo, ¿cómo se supone que voy a mejorar mi relación con el dinero? Quiero dejar de verlo como un misterio o una fuente constante de estrés o necesidad, y empezar a ver resultados por cómo lo trato, cómo lo gestiono y cómo lo valoro. Desde aquí parto yo 😬

Hace tiempo descubrí algo que me cambió la vida. Y te prometo que cuando lo entendí… se me voló la cabeza 🤯 Fue leyendo a Napoleon Hill, cuando me di cuenta de que toda tentación no es más que la expresión “negativa” de un deseo frustrado. Y cuando lo entiendes, todo cobra sentido. Todo deseo que tienes —ya sea amor, dinero, libertad o propósito— es una parte de tu alma intentando experimentarse a sí misma. Si no fuera importante para ti, no lo estarías imaginando. Ese deseo te está liderando. El punto está en desde dónde lo hace: 1️⃣ Si lo haces desde el amor y la expansión → es un deseo elevado. 2️⃣ Si lo haces desde el miedo y la carencia → se convierte en tentación. La tentación es, en realidad, una versión distorsionada de un deseo del alma que ha sido bloqueado. El alma siempre busca expresarse Cuando un deseo puro no puede manifestarse desde la luz, busca hacerlo desde la sombra. Por eso sientes que te tientan ciertas cosas, personas o situaciones. Es tu alma gritando: “Déjame expresarme. Déjame ser quien vine a ser.” Tu propósito en este mundo no es “descubrir” quién eres, es experimentar lo que tu alma ya sabe que es. Por eso imaginas, sueñas, deseas. Tu alma te está recordando a través de imágenes mentales lo que vino a vivir en este plano. Y cada vez que niegas ese deseo, cada vez que lo llamas “imposible”… estás frustrando el propósito de tu propia alma. Tu alma no puede actuar sin ti. Tú eres el canal físico que le permite manifestarse. Por eso, cuando niegas un deseo profundo, no solo estás dudando de ti… estás interrumpiendo el propósito divino de la creación. Dios se experimenta a través de ti. Y tú te experimentas a través de tus pensamientos, decisiones y acciones. Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres planos distintos de la misma energía manifestándose. No hay errores. Solo experiencias que te ayudan a recordar quién eres. Cada “tentación” te está mostrando una parte de ti que aún no has sanado. Y cada deseo, cuando lo abrazas con amor, te devuelve al propósito que tu alma vino a cumplir.

"Hoy me comprometo a vivir con gratitud, elegancia, abundancia y salud; a expandir mi éxito, cuidar mi cuerpo, nutrir mi amor y actuar siempre desde mi visión más elevada” ✨𝖥𝗈𝗐𝖺𝗋𝖽 𝗌𝗍𝖾𝗉✨ ~> “𝒮𝒶𝓁𝒶 ℳℴ𝓂ℯ𝓃𝓉𝓊𝓂“

“Soy la mujer plena, abundante y exitosa que siempre soñé ser. Mi marca de diseño de interiores y arquitectura es un referente de elegancia y excelencia, reconocida por clientes exclusivos y de alto nivel económico que confían en mí para crear espacios únicos que reflejan su grandeza. Manejo con sabiduría mis inversiones y genero activos sólidos, siempre con visión de futuro, construyendo riqueza y seguridad de manera inteligente y estratégica. Sigo siendo una mujer deportista y saludable, cuidando mi cuerpo, mi energía y mi bienestar con disciplina y amor propio. Vivo en armonía con el amor de mi vida, un compañero con quien comparto los mismos valores y una visión clara de futuro; juntos hemos formado una familia sólida, llena de amor, unión y respeto. Camino cada día con elegancia, calma y seguridad, disfrutando la abundancia que fluye en todas las áreas de mi vida. Irradio luz, conocimiento y propósito, elevando a todos los que me rodean. Estoy en paz con mi pasado, agradecida con mi presente y expansiva hacia un futuro aún más glorioso y lleno de prosperidad.” ✨