Hay una verdad que duele… porque vive dividida. En una parte de mi corazón te amo. En otra parte de mi corazón te odio. Vivo en la constante dualidad entre entregarte mi vida o entregarte desprecio. ¿Te suena? ¿Alguna vez te pasó? Amar profundamente a alguien y al mismo tiempo sentir rabia, ira, resentimiento, decepción. Pues te tengo noticias —y son claras: Eso no es amor. En el amor no hay dualidad. No hay condiciones ocultas. No existe el “te amo si me das” ni el “si no me das, te odio”. Eso no es amor. Eso es apego. Eso es necesidad. Eso es negociación emocional. El amor verdadero no distingue entre dar y recibir. Para el amor, la vida se trata de dar. El amor genuino aparece cuando abandonás la idea de que por cada vez que das deberías recibir algo a cambio. Ahí nace el amor real. Ahí se cae la verdad contrariada. Ahí se unifica el corazón. Y escuchá bien esto: El amor genuino es el único que puede salvar tu vida. Si te suena… no es casualidad. Contame en los comentarios qué opinas de esto Te amo. Bendiciones. Que tengas un hermoso presente.

Cuando comienza el despertar espiritual, lo primero que se activa es la comprensión. Pensamos más profundo, nos hacemos preguntas nuevas, discernimos. La inteligencia divina empieza a despertarse y a acomodarse en nosotros, como si algo antiguo volviera a encajar. Luego sucede algo más sutil: comenzamos a sentir. Aparecen sensaciones internas, micro-revelaciones espontáneas, comprensiones que no nacen de la lógica ni del razonamiento. No las pensamos: nos llegan. Podríamos decir que esta primera etapa del camino espiritual sucede en el YO. Es una etapa necesaria, profunda, vinculada a la reconstrucción de la identidad, al reconocimiento de quién creemos ser. Pero llega un punto —inevitable, sagrado— en el que ya no alcanza con comprender. Llega el momento de saltar del otro lado. Ese salto no es sumar algo más, es perderlo todo. Es la disolución total de la identidad. El lugar donde dejamos de ser, de decidir, de controlar. Donde dejamos de elegir… y permitimos que sea el Espíritu quien elija. Dios. La Fuente. El Campo Cuántico. Aquello que sabe por encima de nuestro saber. A eso lo llamamos entrega espiritual. Y se siente así: “Dios, ahora que me he nutrido de Vos y que he comprendido, te entrego mi vida. Permití que seas a través de mí. Usame con totalidad. Soy tu mano que toca y transforma la vida en amor.” Cuando el Espíritu elige, la vida deja de ser una búsqueda y se convierte en servicio consciente. No es resignación. Es confianza absoluta. No es debilidad. Es el mayor acto de poder que existe. Porque cuando el Espíritu elige, nada está fuera de lugar. Y todo comienza a ordenarse desde el Amor. ✨ Cómo sentís tu camino espiritual? Contanos en los comentarios. Te Amo, Bendiciones. ☀️ Gonza

En la vida cotidiana solemos observar primero con los ojos físicos. Vemos. Analizamos. Clasificamos. Intentamos comprenderlo todo desde la mente. Pero en ese esfuerzo por “entender”, muchas veces dejamos de sentir. Cuando comenzamos a activar los ojos del corazón —esa intuición alineada al amor que vive en el centro de tu pecho— aparece una visión completamente distinta. Una visión que no necesita comprender, que no necesita identificar, que no necesita controlar. Es la visión que nace cuando soltamos la obsesión por explicarlo todo y empezamos a sentir la vida tal como llega. 👁‍🗨 Los ojos físicos observan la forma. Los ojos del corazón observan la verdad. La visión del corazón no busca un resultado, no busca tener razón, no se aferra a ninguna expectativa. Simplemente mira desde el amor… y por eso puede aceptar la vida tal cual es. Y cuando la aceptás, te das cuenta de algo sagrado: así como es, es perfecta para tu evolución. Habrá momentos en los que comprendas el por qué de inmediato. Y habrá otros en los que no entiendas absolutamente nada. Y está bien. Cuando no haya comprensión, soltalo ahí. Dejalo ser. Confiá en que tu alma sí sabe qué está ocurriendo… incluso cuando tu mente no. La vida te va a poner delante situaciones difíciles de aceptar. No es castigo. No es mala suerte. Es crecimiento. 💛 Lo que te cuesta aceptar… es exactamente lo que te está haciendo crecer. Esa es la revelación de hoy. Que actives la visión del corazón. Que veas más allá de lo evidente. Que puedas sentir antes de querer entender. Y que permitas que la vida te eleve a través de lo que hoy parece desafío. Te amo. Y dejame un comentario contándome qué te despertó esta revelación.

"Hermanas… Estamos jugando a hacer dinero transformando la vida de las personas. Cuando entendés esto, deja de existir cualquier conflicto interno o ancestral con el dinero. Porque descubrís que no estás “ganando plata”: estás moviendo energía que te expande y expande a otros." Familia, ésto le compartía hoy a mi equipo, y nos voloooo la cabeza a todos! El dinero no es un fin. Es un canal. Un vehículo para que tus dones lleguen más lejos, para que tu misión tenga más alcance, para que tu voz se vuelva más nítida en el mundo. Cuando dejás de ver el dinero como un intruso y empezás a verlo como un aliado espiritual, todo cambia. El dinero es energía obediente. Refleja tu vibración, no tus intenciones. No responde al deseo: responde a la coherencia. Y cuando estás alineado… viene. Viene porque reconoce en vos un canal limpio, un hombre dispuesto a crear, aportar, elevar. 💛 El dinero amplifica lo que sos: si sos amor, amplifica amor. si sos servicio, amplifica servicio. si sos claridad, amplifica claridad. La lucha con el dinero no es espiritual. La culpa tampoco. Eso es herencia, memoria vieja, historias de tu clan. No te pertenecen. La verdadera espiritualidad no rechaza el dinero: lo bendice, lo recibe, lo usa con propósito. Lo convierte en tiempo, libertad, expansión, impacto. Lo vuelve puente entre tu misión y el mundo. Cuando amás el dinero —no desde el apego, sino desde la conciencia— entendés una verdad profunda: ✨ El dinero no te aleja de tu alma: te da herramientas para que la vivas. ✨ El dinero no te hace materialista: te hace responsable. ✨ El dinero no cambia quién sos: revela lo que ya estaba adentro. Y hay algo más fuerte todavía: 🌞 El dinero también te está buscando a vos. Busca hombres que no lo usen para llenar vacíos, sino para encender posibilidades. Busca corazones firmes, claros, responsables. Busca creadores de mundos, no acumuladores de cosas. Cuando sanás tu relación con el dinero, el dinero sana su relación con vos. Y empieza a fluir con naturalidad,

Hay un instante en la vida en el que descubrís algo luminoso: siempre fuiste libre. Nadie te poseyó. Vos no poseíste a nadie. Tus amores del pasado fueron eso: amores, experiencias, espejos… pero nunca cadenas. Qué bello es comprender que el desapego no es un proceso lento: ocurre en un segundo de verdad. Ese segundo en el que podés mirar a los ojos a quien amaste con locura, a quien deseaste que se quedara para siempre, y aun así reconocer que hoy son simplemente ellos… libres. Y que vos también lo sos. Y en esa libertad, podés amarlos sin retener, sin esperar, sin exigir que vuelvan a ocupar un lugar que ya no les corresponde. Podés amarlos desde tu expansión, no desde tu vacío. El desapego real no es huir. No es endurecer el corazón. No es “no sentir”. Es soltar al viento lo que no te pertenece y abrazar la vida tal como es. La libertad es hermosa… pero es para valientes. Porque implica incertidumbre. Implica no aferrarte. Implica aceptar que lo que no es para vos… no es pérdida, sino alineación. Que una persona no sea parte de tu presente no significa que no te merezca, ni que vos no la merezcas. Significa simplemente que tu camino continúa en otra dirección. Quizás alguna vez sentiste que alguien “te rompió el corazón”. Pero la verdad es otra: tu corazón ya estaba herido, y esa persona sólo tocó la grieta que ya existía. Culpar no sana. Negar no sana. Esperar que el tiempo lo solucione… tampoco. Lo que sana es aceptar que hay un dolor, honrarlo, y permitirte atravesarlo hoy. Este es tu momento. No te postergues. No te abandones. No te dañes con el silencio. Es tiempo de recuperar tu luz. Te amo. Te amo desde la conciencia, desde la verdad y desde el respeto por tu camino. Y si sentís en el alma que ya estás listo, lista, para dar un paso grande en tu despertar, para sanar lo que todavía duele, para volver a tu corazón libre… Mándame un mensaje. Algo poderoso vamos a poder hacer juntos. Bendiciones 🌞 Gonza