Una de las claves más útiles para vivir de las rentas es asegurar que tus ingresos pasivos (rentas) siempre superen ampliamente tus gastos fijos y variables, incluso en escenarios negativos (vacancias, impagos o gastos imprevistos). Esto se logra diversificando tus fuentes de renta (por ejemplo, combinando propiedades residenciales, comerciales y otros activos como dividendos o rentas financieras), manteniendo un fondo de emergencia sólido y evitando endeudarte en exceso con tasas variables o apalancamiento riesgoso.