Me permito compartiros esta información que he traducido (Google translator, perdonad los errores) de la web de la editorial catalana Albamarc; me ha parecido muy completa e interesante:
Hay escritores que están convencidos de haber sido rechazados en más de una editorial, sin que su obra haya sido leída. Y es cierto. Las editoriales rechazan –muchas veces sin mirar— la gran mayoría de los materiales que reciben, y esto se debe a la enorme cantidad de manuscritos que los llegan cada día, sin que el autor se haya tomado el trabajo de preparar la información de una manera conveniente porque la puedan considerar. Muchas de las desagradables experiencias de rechazo, son en buena parte consecuencia de no saber cómo presentar un proyecto o un manuscrito a una editorial. Nuestra propia experiencia nos muestra que las formas más efectivas para lograrlo, son todas por escrito. A sabiendas de cómo vender un proyecto o un manuscrito, las posibilidades de llegar a un contrato y ser publicado aumentan notablemente. Es importante saber utilizar los procedimientos habituales en el mundo internacional de la edición, para presentar una propuesta editorial.
Es habitual creer que sin una recomendación personal no se consigue nada. Y no suele ser así; es más, la “recomendación personal” es un recurso del que se abusa tanto, que los editores no lo toman mucho en cuenta. Los editores están siempre sobrecargados de trabajo. Cuando un escritor que quiere publicar consigue una entrevista personal con un editor gracias a una recomendación, se está produciendo a sí mismo un daño. Porque el editor lo recibirá por compromiso con quien lo recomendó, y el escritor desaprovechará esta oportunidad hablando de algo que el otro no conoce ni tiene interés a escuchar. Al final le dejará un manuscrito que –en la mayoría de los casos—, irá a parar a una pila de descartados. En el mejor de los casos, le será devuelto unas cuántas semanas después con una carta más o menos amable. Resulta difícil publicar, no es complicado entender por qué es difícil y frustrando la búsqueda de una editorial cuando está mal hecha. Una editorial grande, recibe más de mil nuevas propuestas de edición por año (seis por cada día de trabajo). Son enviadas espontáneamente por escritores a quién nadie se los solicitó, por editoriales extranjeras, y por agentes literarios de todo el mundo. De estas 1.000, la editorial contratará 20 o 30, puesto que el resto de los libros que publica son obras que los editores han encargado, que vienen por contrataciones internacionales de la casa matriz, o son nuevas obras de autores que ya publican en la casa. Cuando la prestigiosa editorial norteamericana *Doubleday decidió, hace varios años, no aceptar más manuscritos que no sean de los autores de la casa, o que provengan de agentes literarios reconocidos, estaba recibiendo 10.000 manuscritos no solicitados en el año: 45 por cada día de trabajo. Recibir, leer, evaluar y eventualmente devolver cinco o seis propuestas diarias, requiere del trabajo de dos o tres editores de tiempo completo. Hoy ninguna editorial está en condiciones de asumir esta tarea. Cuando alguien lo hace en los momentos libres, suele ser quién empieza, justamente la persona menos preparada para este tipo de evaluación. “Los editores suelen estar sobrecargados de trabajo. Reciben durante todo el día numerosas llamadas telefónicas de autores y agentes, de los departamentos de publicidad, marketing y producción de su empresa; asisten a reuniones en las cuales toman decisiones sobre cubiertas, nuevas adquisiciones, programas de producción; entrevistan, contratan y despiden ayudantes; negocian con la dirección la adquisición de aquellos libros que desean publicar, presupuestos de promoción para estos libros, y aumentos de salarios y ascensos para ellos mismos. El resultado de todo esto es que buena parte de su trabajo de edición y, habitualmente, casi todo su trabajo de lectura queda relegado por las noches y los fines de semana, que nunca son suficientes, sobre todo si tenemos en cuenta que los manuscritos que continuamente se acumulan sobre ellos. Tienen que dedicar la mayor parte del tiempo a proyectos ya contratados, a libros en los cuales su empresa ha invertido ya una suma considerable de esfuerzo y dinero, una inversión que tiene que ser alimentada y protegida por los editores, que se esfuerzan para ayudar al autor a conseguir que el libro sea presentado en condiciones óptimas. Todo esto deja al editor muy poco tiempo o fuerzas para dedicarlo a un autor nuevo, salvo que el que este autor le presente sea realmente maravilloso” Albert *Zuckerman, Como escribir un best seller. Una propuesta por escrito, muy hecha, tiene muchas más posibilidades de lograr aceptación, y de llegar a un contrato de edición. “La Propuesta” o “La Propuesta Editorial” (“Editorial *Proposal”, en el mundo internacional de la edición), es como se denomina el que el escritor envía al posible agente o editor, para interesarlo por un manuscrito o un proyecto. La Propuesta consta de una serie de informaciones clave sobre el autor, la obra y el público al que va dirigida, que no tienen que ocupar demasiadas páginas, y la elaboración de las cuales no es ningún desafío para quien fue capaz de escribir un libro entero.
La presentación a una agencia literaria o a una editorial, consta de dos etapas:
1. La Carta de Presentación
2. La Propuesta Editorial
La Carta de Presentación es una primera comunicación escrita, de una página como máximo, presentándose usted y su libro o proyecto de libro, en la cual se pregunta al agente o al editor si tiene interés a recibir una Propuesta más amplia. La Carta de Presentación ahorra muchísimo tiempo, frustraciones y dinero. Si un agente o una editorial no responde a la misma, usted se habrá ahorrado hacer una copia completa del manuscrito y los gastos de correos, puesto que de enviarlo tampoco hubiera recibido atención.
La Carta de Presentación
El principal desafío es como llamar la atención de agentes o editores que están sobre-demandados, carecidos de tiempos, y que reciben una gran cantidad de propuestas, además de la suya. Si bien no hay una receta que garantice el éxito, la experiencia muestra qué conviene hacer y que no. *Lory *Perkins, agente de Nueva York, hace algunas sugerencias muy concretas para escribir una Carta de Presentación:
*· Nunca envíe una carta de presentación de más de una página. Doscientas cincuenta palabras tienen que ser suficientes para presentarse a usted mismo y en su libro. Duque vendidos más de 2.000 libros y nunca envié a un editor una carta de más de una página. Si me sale más extensa, la *rescric.
*· Busque provocar una clara y sencilla primera impresión. Escriba el imprescindible.
*· No envíe cartas manuscritas, que dificultan la lectura. Escriba con una tipografía legible, en cuerpo 10 a 12, ni menor ni mayor, sin adornos ni colores. Son todos gestos de aficionado que no impresionan a ningún editor.
*· No intente ser original o gracioso, salvo que esté ofreciendo un libro de humor, y esto sea parte de su presentación. Usted está buscando una relación profesional, no un intercambio entre amigos.
*· No le diga al agente o al editor a quien ni siquiera conoce, cuánto lo respeta o lo admira. Los elogios injustificados no ayudan con los profesionales serios.
*· No olvide agregar sus datos completos: nombre, dirección, teléfono, e-mail y horarios para recibir llamadas. *Sorpren el número de escritores que olvidan incluir sus datos en las cartas, y es imposible responderlos.
La Carta de Presentación para una obra de ficción y una de no-ficción, no difieren demasiado. En general, las de no-ficción tienen que ofrecer más información sobre el autor, puesto que sus antecedentes suelen ser definitivos para lograr la contratación. Cuando un agente o un autor presentan una novela a un editor, cuando el editor la presenta a sus comités editoriales y cuando la editorial la presenta a los libreros, cuanto más sintética es la presentación, mejor. Peter *Rubin, agente literario, dice que la mejor sinopsis de una novela es una larga frase, porque muestra que ambos, -el autor y la novela-, están bien enfocados. Y agrega contundente: “si un escritor es incapaz de describir su novela en una frase, probablemente en este libro le falte bastante trabajo.”
En síntesis: Nunca envíe manuscritos. Empiece enviando una Carta de Presentación a quien le interese como agente o editor. Tenga preparada La Propuesta para enviarla inmediatamente, si se la solicitan. Si le responden que no interesa, o no le responden en una a dos semanas, siga enviando la Carta de Presentación a todos los agentes o editores que usted piense que se pueden interesar. Si prefiere enviar a varios agentes y/o editores al mismo tiempo, indique claramente en la carta que está haciendo un envío simultáneo a varios.
La Carta de Presentación tiene que contener:
1. Destinatario con nombre y apellido correcto.
2. Una breve presentación del autor (datos significativos como escritor, no su historia personal).
3. Un párrafo de descripción del tema o argumento.
4. Alguna mención del público al que el libro está dirigido (nunca ponga “para todo el público”, porque esto no existe, y el editor creerá que usted no piensa en los lectores).
5. Alguna estimación sobre “el mercado”. (“Hay 5.000 estudiantes de cine en Argentina”, o “la novela tal sobre un tema similar vendió treinta mil ejemplares”, etc.).
6. Información determinante para la promoción del libro (“tengo una cátedra de 1.500 alumnos”, o “escribo diariamente en varios diarios del interior”)
7. Su nombre, dirección, teléfono y e-mail. Si no tiene correo electrónico, es hora de tenerlo. Un escritor que no utiliza esta tecnología será considerado como alguien extraño en una editorial.
La Propuesta Editorial consta de:
1. Autor y título del libro.
2. Una sinopsis argumental de la novela (2 a 3 páginas) o del libro que usted quiere escribir si es de no-ficción (muchas veces estos libros se escriben cuando ya hay un editor interesado). Este texto tiene que dar un panorama general de su obra.
3. El índice, especialmente si se trata de un libro de no-ficción.
4. Una muestra de escritura: uno o dos capítulos, no más de 15 páginas en total.
5. Información relevante sobre usted y su obra anterior, si ya ha publicado. En este caso, conviene agregar un ejemplar.
6. Libros comparables. Muestre que conoce el que ya se ha publicado y que se un poco similar al que usted propone, y explique por que su libro es diferente. (1 página).
7. Información “de mercado” (1 página). Esto se refiere a quién serán los compradores de su libro. Si se trata de un libro de no-ficción, en Internet se puede obtener muchísima información (por ejemplo cuántos periodistas hay en el país, el número de miembros de cualquier organización profesional, cuánta gente viaja por año en Brasil, etc.) Si se trata de una novela, describa a qué tipo de lector se dirige, quién son, qué otros libros leen, etc.
8. Información útil para promoción (uno o dos párrafos); por ejemplo sus contactos en los medios si los tiene, o el número de alumnos, o las organizaciones o grupos que está vinculado, tanto en el país como en el exterior.
9. Prensa: si usted ha tenido notas de prensa, críticas o entrevistas publicadas, agregue cuatro o cinco, no más. Escoja las más representativas. Una crítica moderada de un gran diario vale mucho más que un elogio de un medio menor.