La conspiración silenciosa que mata antes de los 30 (y tú podrías estar participando sin darte cuenta)
Había una frase en el informe oficial que parecía casi una oración fúnebre: “Trabajaba 80 horas a la semana.” 80. Ochenta. Y apenas 26 años. Corea del Sur volvió a abrir el expediente invisible de nuestra época: jóvenes muriendo, literalmente, de trabajar. En la superficie, los titulares hablan de legislación, de inspecciones, de horas extras, de sindicatos. Pero si bajamos una capa más…si hacemos zoom sobre el punto ciego…hay algo mucho más inquietante. No es una historia sobre “trabajo”. Es una historia sobre olvido... ...un joven que olvidó quién era. Yo trabajo con seres humanos desde hace años. y hay algo que se repite: cuando una persona se desconecta de su deseo, de su identidad, de su propósito…no importa si tiene la agenda llena o la agenda vacía. Lo que aparece es estrés, agobio, cansancio crónico, ansiedad, hastío, vacío...no porque haya “mucho que hacer”, sino porque no sabe para qué está viviendo. Byung-Chul Han ya lo dijo: nos volvimos máquinas de rendimiento. Como si el valor estuviera en ser productivos, útiles, eficientes. Pero te preguntaría algo más profundo: ¿Estás haciendo lo que estás haciendo porque lo deseas…o porque tienes terror al silencio que aparecería si dejaras de hacerlo? Eso es lo que está matando a la gente. No las horas (Si bien es un factor importante), sino la desconexión. La raíz invisible del burnout es espiritual. Lo sé, suena filosófico, pero déjame decirlo con claridad: tu estrés no se resuelve con time blocking ni con mejores hábitos de productividad ni con más suplementos ni con más organización ni con más disciplina. Tu estrés se resuelve con conciencia. Con recordar quién eres, qué quieres, para qué estás vivo. Esa es la razón por la que SINKRONÍA existe: CONCIENCIA- PROPÓSITO- PAZ ese es el orden. primero te ves de verdad, después recuerdas para qué estás acá, y ahí recién aparece la paz. Este miércoles 12 de noviembre voy a hacer un taller totalmente centrado en esto: la raíz invisible del estrés, del burnout y del vacío.