Muchos fotógrafos tienen algo en común: dejan que los testimonios de sus clientes sean simples frases bonitas… ¡y pierden su poder de venta!
Un buen testimonio no solo dice que eres “un gran fotógrafo”. Cuenta una historia, conecta con emociones y resalta un resultado específico.
Ejemplo flojo: “Me encantaron mis fotos, gracias por todo.”
Ejemplo que vende: “Nunca me había sentido tan cómoda frente a la cámara. Carlos no solo capturó cada detalle, sino que nos ayudó a relajarnos en el día más importante de nuestra vida. ¡El álbum hizo llorar a toda mi familia!”
¿Notas la diferencia? El segundo ejemplo no solo habla de las fotos, habla de la experiencia, de cómo el fotógrafo solucionó un problema (los nervios) y de un resultado emocional (hacer llorar a la familia).
Ahora te toca a ti:
1. ¿Qué historia cuentan tus testimonios?
2. ¿Cómo puedes guiar a tus clientes para que escriban testimonios más poderosos?
Déjalo en los comentarios, y si tienes dudas, ¡estaré aquí para ayudarte a mejorar tus testimonios! 😊
✨ Spoiler: Muy pronto tendréis un curso completo donde aprenderéis todo lo necesario para transformar los testimonios en vuestra herramienta más poderosa de venta. ¡Estad atentos!