Los ingresos pasivos son flujos de dinero que se generan con un esfuerzo inicial significativo (de tiempo, dinero o conocimiento) pero que luego requieren una participación mínima para seguir produciendo ganancias, como alquileres, dividendos de inversiones, regalías por libros o música, o la venta de productos digitales (cursos, ebooks). A diferencia de un salario, donde el dinero se intercambia directamente por tiempo, los ingresos pasivos crean un flujo constante incluso mientras duermes o viajas.