Últimamente, he estado trabajando en un proyecto bastante ambicioso, nació de un problema real que yo mismo enfrentaba en mi agencia. Muchas veces le enviaba al cliente un documento, él lo imprimía, lo firmaba y después lo escaneaba para enviármelo de vuelta. Por el camino, esos documentos se traspapelaban, se perdían o se complicaba hacerles un seguimiento ordenado. Esto generaba caos, pérdidas de tiempo y en general dificultades La experiencia de crear Documate ha sido mucho más dura de lo que esperaba. Hubo momentos de frustración, obstáculos inesperados y dudas, pero también han sido aprendizajes que no tienen precio. Cada error y cada desafío me han enseñado lecciones clave sobre cómo mejorar realmente la gestión de documentos y crear una solución práctica y efectiva. Este camino de aprendizajes me ha hecho crecer mucho, tanto profesional como personalmente, y me ha confirmado que construir algo valioso lleva tiempo, esfuerzo y, sobre todo, paciencia. Hoy estoy encantado de anunciar que la lista de espera de Documate ya está abierta. Si quieres ser de los primeros en probar esta herramienta que cambiará cómo organizas y gestionas tus documentos, te invito a inscribirte en la lista de espera a través de https://www.documate.es/ Cualquier duda, aportación u opinión será más que bienvenida.

Esta semana, (entre todas las cosas que he estado haciendo), estuve optimizando un flujo de mensajes automatizados en LinkedIn para un consultor de IA. La parte que más me costó fue ajustar la conversación del agente de IA para que los mensajes sonaran humanos, sin parecer el típico bot. Lo resolví aplicando una regla: si la respuesta no aporta contexto nuevo, el mensaje es malo. Al reducir el flujo de 7 mensajes a 4, aumentaron la tasa de respuesta un 20%, (parece poco pero de 10 personas que contactes, 2 más te van a contestar, así que es bastante rentable). La lección: en IA aplicada a prospección, menos prompts y más intención. ¿Qué habéis aprendido vosotros esta semana trabajando con clientes o proyectos de IA?