Llevo unos años invirtiendo en acciones, ETFs, criptomonedas e inmuebles, y he obtenido buenas ganancias. Pero seamos sinceros… también he cometido errores dolorosos.
¿Uno de los mayores? Mantener una posición solo porque quería tener razón, no porque los números tuvieran sentido. Ignoré las señales de alerta, me convencí de que «se recuperaría» y vi cómo el precio se desplomaba lentamente. Lo que más me dolió no fue el dinero perdido, sino darme cuenta de que mi ego me impidió tener claridad.
Desde entonces, me he impuesto una regla simple: nunca te enamores de una acción. Mantén la inversión hasta que deje de ser rentable. Ahora me centro en la lógica, no en la emoción, y mi cartera está mucho más sana desde entonces. Todos hablamos de rentabilidad, pero la gestión del riesgo y la mentalidad son la clave del verdadero crecimiento. Me intriga saber cuál fue tu mayor error al invertir y qué aprendiste de él.
Convirtamos esto en un hilo de lecciones reales de inversores reales.
Sin alardear ni teoría, solo experiencia. Comparte la tuya abajo.