La semana pasada en la comunidad hablamos sobre el propósito, sobre conocernos y distinguir lo que realmente nos mueve de lo que nos enseñaron a creer. Y al día siguiente, en la playa, abro mi libro y me encuentro con este capítulo: “Conócete a ti mismo”. No sé si llamarlo coincidencia o sincronía, pero me hizo pensar que cuando uno empieza a buscar con intención, las señales aparecen solas.