No, no lo pensé mucho en realidad. Simplemente pasó. Dije NO. Dije SI. Pero nunca dije... algún día. No me arrepiento de las decisiones que tomé. Me arrepiento de las que no tomé. Si, siempre tuve miedo. Sí, siempre tuve dudas. Pero confié en MI. En mi antes que nadie. Cuando mi pareja me decía: ¿y si lo dejas ahora? ya has visto que no funciona. Cuando mi madre me decía: Mi'ja, búscate un trabajo normal, mira que mi yerno gana bien, ni siquiera tienes que trabajar si no quieres... Cuando mi mejor amiga me decía: Chica, pues si ya lo has probado y no sirve... Alguien SI creyó en mi. Alguien me miró a los ojos y dijo: SI PUEDES. Alguien, que cuando lloraba, lloraba conmigo. Que cuando reía, reía conmigo. Y cuando hice mi primera venta, estaba ahí. Orgullosa. Y cuando tuve mi primer descalabro, estuvo a mi lado. Tocando fondo conmigo. Alguien que cada mañana me decía... "vamos, que es una carrera de fondo, sigue que la siguiente meta esta cerca". Ese alguien sigue celebrando mis victorias. Ahora con más gente. Con mi adorada pareja que me ve con amor y orgullo. Con mi madre que me ama igual, gane o pierda. Con mi mejor amiga que ahora... sigue mis pasos. Ese alguien, es una que tu conoces. La conoces bien. La conoces mejor que nadie. Ese alguien, es ESA, que te mira cada día. Que desea lo mejor para ti. A ese alguien, HOY, hoy, no mañana. Dale las gracias por estar ahí, contigo. Cada día. Cada hora y cada minuto. Hoy, mírate al espejo, sonríele y dile GRACIAS. Gracias por convertir "algún día..." en ESTE es el día. Gracias porque juntas hemos logrado una meta más. ¡Y vamos por más este 2026! ¡Vamos! PD. Si, ese alguien, sigue adelante siempre. Y yo estoy orgullosa de ella también.

¡Buenas tardes a todos! Hoy quiero abrirles mi corazón y compartirles un logro que hace unos años parecía imposible. Hace cinco años, la pandemia cambió mi vida para siempre: perdí a mi esposo y me convertí en el único pilar de mis dos hijas. Ellas son mi motor, y sabía que rendirme no era una opción. Mi meta era clara: generar ingresos desde casa para no perderme ni un segundo de su crecimiento. Empecé en el mundo de las ventas, probando de todo, pero siempre sentí que me faltaba una herramienta que escalara mis esfuerzos. Hace 8 meses, decidí dar un salto de fe. Me atreví a explorar lo desconocido y creé mi propio canal de YouTube automatizado con Inteligencia Artificial. Aprendí a usar la tecnología a mi favor, desde los guiones hasta la edición de video. El resultado de la constancia 📈 Hace apenas unos días, recibí la notificación que tanto esperaba: ¡Mi canal ya es apto para monetizar! Siento un orgullo profundo. No solo por el dinero, sino por demostrarme a mí misma que la edad o las circunstancias no son barreras cuando hay ganas de aprender. Hoy, la IA no es solo tecnología para mí; es la herramienta que me permite ser una madre presente y una mujer emprendedora exitosa. Si tú también buscas una forma de generar contenido, emprender digitalmente o automatizar tus videos usando Inteligencia Artificial, estoy aquí para ayudarte.