KITT y Michael Knight lo entendieron en 1982
KITT y Michael Knight lo entendieron en 1982… y muchos líderes todavía no. Cuando pienso en cómo alguien puede trabajar con IA, siempre vuelvo a El Auto Fantástico. Una serie de los 80, sí. Pero también una de las mejores metáforas de lo que significa cocrear con tecnología. KITT era un auto con inteligencia avanzada que analizaba datos, detectaba riesgos y ejecutaba tareas que ningún humano podía igualar. Michael Knight aportaba criterio, intuición, ética, lectura del contexto y propósito. Y aquí viene lo más interesante. Los dos podían operar solos. Michael resolvía misiones por su cuenta. KITT también podía actuar autónomamente. Pero lo mejor, lo verdaderamente extraordinario, siempre salía cuando trabajaban juntos. Cuando combinaban capacidad humana con capacidad tecnológica. Cuando uno ponía dirección y el otro ponía velocidad. Y hay algo aún más relevante para el mundo actual. Michael nunca le hablaba a KITT con prompts perfectos. No había plantillas, ni fórmulas, ni ingeniería de instrucciones. Había conversación, contexto y una interacción continua donde Michael explicaba lo que veía, lo que importaba y lo que estaba cambiando en la situación. KITT respondía mejor mientras más entendía el entorno. Exactamente igual que la IA actual. La IA acelera la ejecución. El humano define la intención, el sentido y la dirección. Esa combinación es la verdadera ventaja competitiva. No es la herramienta, es la cocreación. No es el prompt perfecto, es la claridad humana. Hoy cada líder puede tener su propio “KITT”, pero todo cambia cuando deja de pedir respuestas y empieza a pensar junto a la IA, guiándola con criterio, propósito y contexto. Así que aquí les dejo una reflexión, si tuvieras un KITT hoy, ¿qué parte de tu liderazgo elegirías amplificar primero?