Seguramente no.
O al menos, no solo por eso.
Muchos empezamos con una cámara en la mano sin pensar si se podía vivir de esto. Lo hicimos porque algo nos quemaba dentro. Por lo que sentíamos al capturar una imagen. Por esa emoción difícil de explicar cuando algo encajaba en el encuadre y decías: “esto es.”
Luego vino lo otro.
El intentar profesionalizarlo.
Cobrar.
Poner precios.
Que te digan que eres caro.
O peor, que no te digan nada.
Y sin darte cuenta, lo que era una pasión se convierte en un lío de dudas, de facturas, de no saber si estás haciendo las cosas bien o simplemente estás sobreviviendo.
Por eso quiero abrir este post.
Para que paremos un momento.
Para que volvamos atrás.
Y te pregunto directamente:
¿Por qué empezaste tú en la fotografía?¿Qué fue lo que te empujó a coger la cámara por primera vez?
¿Fue una casualidad?
¿Una necesidad?
¿Una forma de expresarte?
¿O sí… fue por dinero?
👇 Te leo en los comentarios. ¿Te animas?