Muchos fotógrafos creen que el trabajo termina cuando entregas las fotos.
Pero si quieres vivir de esto de forma estable y dejar de buscar clientes nuevos cada dos por tres, necesitas hacer una cosa más: fidelizar.
Y no, fidelizar no es perseguir. Es cuidar la relación.
Aquí van 3 ideas prácticas para que un cliente no sea solo “uno más” y empiece a convertirse en embajador de tu trabajo:
1️⃣ Haz seguimiento con intención (no solo “por si necesita algo”)Unos días después de la entrega, escribe un WhatsApp o un email breve y natural. No vendas. Solo pregúntale si le gustaron las fotos, cómo fue la experiencia. Que note que te importa. Que no fue “otro trabajo más”.
2️⃣ Crea un sistema post-venta automatizadoUn mes después, mándale un correo con contenido útil: cómo imprimir sus fotos, ideas para decorar con ellas, consejos para compartirlas en redes. Aporta valor después del servicio y estarás sembrando para que vuelva o recomiende.
3️⃣ Ofrece una propuesta personalizada para el futuro ¿Hiciste fotos de embarazo? A los pocos meses, puedes ofrecer una mini sesión familiar. ¿Una boda? Quizá el primer aniversario. Si lo haces con respeto y buena vibra, no es intrusivo. Es útil.
💡 Tip extra: fidelizar es más barato (y más rentable) que buscar clientes nuevos todo el tiempo.