Una de las partes misteriosas del camino. Misteriosas y maravillosas a la vez.
Pasamos procesos que muchas veces son muy fuertes, que no los entendemos del todo, ni siquiera los entendemos un poco; pero algo grande Dios está haciendo.
Cómo nos menciona Santiago 1:12
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
Es decir, en los procesos nos llenamos de varios atributos (frutos) agradables para Dios, aprendemos poco a poco a ser como nuestro Señor Jesucristo, como nos enseña el libro de Gálatas capítulo 5 versículos del 22-23.
A través de los procesos, crece nuestra fe, nuestra vida espiritual; porque menciona en 1 Pedro 1:6 que es necesario ser afligido en diversas pruebas y continúa el versículo 7:
“Para que sea sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,”
Así que estos procesos maravillosos que terminan purificándonos, nos llevan hacia el camino que el Padre desea que estemos. Haciéndonos caminar paso a paso, enseñándonos y mejorando nuestro carácter.
Recordemos que Dios es nuestro Padre Amado. Que nos cuida y todo lo hace con un propósito hermoso. Nunca nos suelta ni se va de nuestro lado.