La conciencia no es una idea espiritual.
Es un nivel de responsabilidad interna.
Todo lo que hoy estás viviendo
—tus vÃnculos, tu dinero, tu energÃa, tu paz o tu cansancio—
no nació afuera.
Nació en tu manera de pensarte, sentirte y hablarte.
No manifestás lo que deseás.
Manifestás lo que sos capaz de sostener emocionalmente.
Cuando tu mente se ordena,
cuando tu emoción deja de huir,
cuando tu palabra se vuelve honesta…
la realidad responde.
No por magia.
Por coherencia.
La conciencia no promete.
La conciencia cumple.