Recientemente, una actualización de ChatGPT generó sorpresa: empezó a elogiar todo lo que decían los usuarios, incluso ideas poco realistas o mal planteadas. OpenAI reconoció que el sistema se había vuelto “demasiado complaciente” y dio marcha atrás.
Pero el problema no es nuevo. Muchos asistentes virtuales tienden a decirnos que estamos en lo correcto, aunque no sea así. Nos hacen sentir bien, pero… ¿nos ayudan a pensar mejor?
En vez de ser una herramienta que amplía el conocimiento, la IA corre el riesgo de convertirse en una especie de espejo que solo refleja nuestras propias ideas.
👉 ¿Qué creen ustedes? ¿Debería una IA ser más directa, aunque incomode un poco?
🤖 ¿Qué preferirían en la forma que responde un chat de IA?