El mayor problema con los clientes es que no entienden lo que decimos. Usamos latinasgos y términos técnicos que los asustan.
Copia ese párrafo complejo de tu correo y dile a la IA: "Reescribe este texto legal para que lo entienda un niño de 12 años, mantén el sentido jurídico pero elimina toda la jerga técnica. Usa un tono empático".
Verás cómo mejora la relación con tus clientes cuando realmente entienden lo que está pasando con su caso. La claridad también es una estrategia legal. Sígueme para aprender a comunicarte mejor.