No hay mayor verdad que la de:
“Nos convertimos en lo que pensamos la mayor parte del tiempo.”
Pero la pregunta es: ¿realmente sabes en qué piensas la mayor parte del tiempo?
La mayoría no.
Y cuando por fin lo descubres, te das cuenta de que piensas más en lo que no quieres, que en lo que sí.
Y ahí está el problema: intentas eliminar pensamientos, en lugar de transformarlos.
Tu atención debe estar siempre en lo que quieres, no en lo que rechazas.
👉🏼 Si dices: “No quiero trabajar con el imbécil de mi jefe”, estás vibrando en rabia, queja y resistencia.
👉🏼 Pero si dices: “Trabajo en un negocio que he construido yo mismo, sin jefes, sin horarios y sobre lo que me apasiona”, estás vibrando en amor y expansión.
Dos frases, dos vibraciones, dos realidades distintas.
Donde pones tu atención, pones tu energía.
Y donde pones tu energía, creas tu mundo.
Así que la próxima vez que sientas rechazo o frustración, di:
“Esto es solo un reflejo de mi yo del pasado. Elijo no implicarme emocionalmente con ello.”
Y acto seguido, agradece —en presente— eso que quieres atraer.
⚡️ El universo no entiende de “no quiero”… solo entiende de enfoque.