La energía sexual es la raíz de toda la existencia. El universo nació de un orgasmo cósmico,y tú eres una chispa de ese mismo fuego.
Durante siglos te enseñaron a sentir culpa, a temer tu cuerpo,a esconder tu placer…
Y así, el mundo se volvió triste, tenso y vacío.
Pero el Tao enseña otra cosa:
El sexo no es pecado, sino puerta; el placer no es distracción, sino meditación; y el deseo, cuando se vive con conciencia, se convierte en camino hacia lo divino.
En cuatro días comienza un viaje que busca recordarte su el verdadero poder de la sexualidad.
Un viaje de cuerpo, energía y presencia, para devolverle al fuego su pureza, y al placer su propósito.
Un retorno al origen.
A lugar donde el alma y el cuerpo hacen el amor.