"Hoy , me desafíé a mí mismo y cargué 80 kilos en sentadilla. Solo pude hacer 6 repeticiones, pero sentí cómo mi corazón latía fuertemente y mi cuerpo se esforzaba al máximo. Al final, me sentí exhausto y con ganas de vomitar, pero también me sentí vivo.
"Desde que empecé a levantar pesas, he notado cambios no solo en mi cuerpo, sino también en mi mente y mi estado emocional. Me siento más fuerte, más enfocado y más motivado. Hermanos, eso es lo que hace que cada hora en el gimnasio valga la pena. No es solo sobre el ejercicio, es sobre sentirse vivo y listo para enfrentar cualquier desafío."
Ivan Pablo Cardenas Espinoza.