Sentirse impostora no significa que no sepas.
Significa que estás mirando tu conocimiento como si fuera poco, solo porque para ti es normal.
Muchas mamás dicen: “Eso cualquiera lo sabe.” “No es nada especial.”“Hay personas que saben más que yo.”
Pero ahí está el error.
Lo que para ti es cotidiano, para otra persona puede ser exactamente lo que necesita aprender ahora.
Una forma simple de identificar qué puedes ofrecer es preguntarte:
👉 ¿Qué te piden ayuda otras personas?
👉 ¿Qué explicas una y otra vez sin darte cuenta?
👉 ¿Qué haces con facilidad mientras otros se sienten perdidos?
No necesitas ser experta máxima. Solo necesitas ir un paso adelante de quien hoy te escucha.
La impostora aparece cuando te comparas con quien lleva años en el camino. Pero tu punto de referencia no es esa persona. Es la persona que hoy está donde tú estuviste antes.
No ofreces perfección. Ofreces claridad, acompañamiento y experiencia real.
Empieza pequeño:
– una tutoría– una guía sencilla– un recurso práctico
– una recomendación honesta
No estás “engañando” a nadie. Estás compartiendo lo que ya viviste.
Y eso… también enseña.
Si este post te habló directo, comenta “ya lo tengo” 🤍En el próximo te voy a mostrar cómo convertir eso en una idea concreta que sí se puede vender ✨