El Ayuno no es dejar de comer: es dejar de huir de vos
La mayoría cree que ayunar es un sacrificio o una dieta extrema. Pero el ayuno real no tiene que ver con el cuerpo… tiene que ver con el silencio interior. Cuando dejas de comer, no solo se apagan los ruidos digestivos: se apaga el ruido mental. Tu cuerpo empieza a mostrarte lo que callaste durante años. La ansiedad, el enojo, la tristeza: todo eso que el azúcar anestesiaba, aparece. Y ahí está el poder. Porque cuando podés sostenerte en ese vacío, tu biología se reorganiza. Las células limpian, las emociones se disuelven, la mente se aclara. El ayuno no es una lucha contra el hambre. Es un acto de presencia. ¿Ya hiciste ayuno alguna vez?